El líder de EA estimó que la izquierda abertzale está haciendo una "reflexión seria" en cuanto a la "utilidad o estorbo que puede suponer a estas alturas utilizar cualquier vía que no sea pacífica" y confió en que se posicione pronto al respecto. Por otra parte, Urizar opinó que supone un "mal comienzo" para este movimiento soberanista empezar "a excluir a un partido u otro", en referencia al veto puesto al PNV por la izquierda abertzale histórica. A su juicio, el polosoberanista debe ser "lo más amplio posible", a fin de "aglutinar a la sociedad vasca" e impulsar "un proceso basado en vías democráticas, civiles y pacíficas".
También consideró deseable reactivar una mesa para abordar la resolución del conflicto en la que estén presentes todas las fuerzas, punto que cree clave para que cada cual retrate su voluntad de llegar a un acuerdo y nadie rompa el diálogo antes de tiempo, como estima que sucedió en Loiola. "No es tan fácil levantarse de una mesa donde está la globalidad de la sociedad como cuando están dos con un tercero como invitado. Si sale bien, las medallas quedan estupendas en la pechera de cada uno, pero si sale mal la culpa es del otro y casi sin testigos", manifestó.
Sobre la situación de EA, destacó que el partido ha salido del último congreso con la "tranquilidad" de saber que "por una vez todos vamos a tirar en el mismo sentido". Aseguró que, contra lo que sostiene Alkarbide, EA ha mantenido su "espíritu crítico" y no ha evitado el debate, como lo demuestran las 500 enmiendas presentadas a sus dos ponencias. Restó importancia al peso perdido en Gipuzkoa, donde destacó que se han ido de EA a Alkarbide "algunos cargos públicos y poco más"-sólo 50 de sus 2.000 afiliados, señaló-, mientras que en el resto de territorios no ha habido movimientos significativos.
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